Sofía Vidal (Rebecca Jones) asiste con su esposo, Uriel (Constantino Costas), y su hijita, Katia, a una fiesta a la mansión de los Lombardo. Esta fiesta le cambiará la vida, ya que don César Lombardo (Ignacio López Tarso) descubre que Sofía es la hija de Elena, un amor del pasado, y decide protegerla. La ambiciosa Livia (María Rubio), esposa de César, se siente desplazada por la intrusa y comienza contra ella una guerra sin cuartel para sacarla de su familia. Sus hijos, Julio (Ari Telch) y Augusto (Alejandro Camacho), tienen diferentes razones acercarse a Sofía, pues Julio la ama y Augusto solo desea poseerla para recibir la herencia del imperio Lombardo. Entre los demás hijos de los Lombardo se encuentran Octavio (Alejandro Tommasi), el enfermizo hermano mayor y heredero, quien es envenenado por Augusto; Narda (Kate del Castillo), una joven rebelde y caprichosa quien sufre la falta de amor por parte de sus padres; y su hermano gemelo, Claudio (Germán Gutiérrez), quien está recluido en una institución ya que padece psicosis infantil, provocada por los maltratos de Augusto. Frágil pero también peligroso, este Imperio de Cristal puede romperse en mil pedazos en las manos de quien intenta poseerlo.